¿Quién ha dicho que degustar el jamón ibérico en verano no se lleva? Aunque estemos acostumbrados a asociar este producto a las temporadas de otoño e invierno, con el campo verde y las bajas temperaturas, el estío es un fabuloso momento para deleitar este gran manjar.
La dehesa de Huelva, la cuna de los jamones Gran Paladar, muda su piel con cada estación. Cada época del año es un lienzo con colores y formas diferentes. En verano, la dehesa amarillea, se seca el pasto y los grillos inundan con su canto todas las horas del día. El cerdo ibérico busca la sombra, maduran los higos y se abren las piñas. Las noches de verano en la dehesa invitan a desconectar y a contar estrellas bajo el manto de un cielo limpio.
Bajo este paisaje, degustar el jamón ibérico es el complemento perfecto para pasar unas vacaciones inolvidables. Sigue leyendo este post si quieres que te demos algunos consejos sobre cómo conservar el jamón y los loncheados con las altas temperaturas.
El jamón y el calor
Mientras el frío del invierno potencia la curación del jamón, el calor del verano ayuda a mejorar el sabor de la pieza gracias al proceso de sudado. Sin embargo, en esta época, las temperaturas se disparan y el calor afecta también a su conservación. Si has comprado un jamón o una paletilla Gran Paladar en estos días, lo normal es que, si no lo conservas adecuadamente, el calor haga que el jamón sude más, pierda más grasa y se deshidrate muy rápido.
Por eso, toma nota de estos consejos para conservar el jamón ibérico en verano y disfruta de todo el sabor de esta joya de nuestra gastronomía.
Consejos para conservar el jamón ibérico
- Guarda el jamón o la paleta recién comprado en un lugar fresco y con poca luz. Si lo tienes en la cocina, evita colocarlo donde los rayos de sol impacten en la pieza directamente o donde reciba el calor de una fuente de calor.
- Lo ideal es que consumas la pieza del tirón, pero si eso no puede ser, es muy recomendable que cada día cortes unas lonchas para que el jamón esté vivo y la grasa infiltrada pueda florecer, evitando que se seque.
- Te recomendamos que cortes el jamón justo antes de consumirlo porque estará mucho más sabroso.
- Cuando acabes de cortarlo, es preferible tapar la zona de corte con unos trozos de jamón para conservar más fresca la pieza.
- Evitar guardar el jamón en la nevera, pero si no hay más remedio, sácalo antes de comer para que las lonchas se adapten a la temperatura ambiente y tomen de nuevo su aspecto jugoso. Y, por supuesto, nada de calentar el plato para que el jamón tenga brillo y suelte la grasa.
- Otra opción son los loncheados Gran Paladar, la mejor solución para cenas improvisadas con amigos y familia. Recuerda sacarlos 30 minutos antes de consumirlos para que el jamón recupere sus propiedades.
¡Queda claro que los jamones sí son para el verano! Esperamos que los disfrutes.
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